2007-02-28

educación restrictiva

el otro día salió el tema de la educación en el arte. una vez más, se me pusieron los pelos de punta al oír las posiciones que adoptan algunas personas y me pareció increíble que hablen de didáctica de la manera en que lo hacen. me pregunto si es posible que después de defender que cualquier acto y cualquier posicionamiento es político y que la política está en la base de todo, la gente del mundo del arte se empeñe en separar en una absurda autonomía la educación, como si de algo completamente ajeno a ellos se tratara.

el problema, tal vez, esté en el término. tal vez la única acepción que aceptamos de "educación" es la de una actitud paternalista de imposición, un "ven que te voy a explicar, que tú no sabes"; dinámica de antiguo colegio de monjas. pero la educación no es eso. no es la hora y media de visita guiada al guggenheim, no es el tiempo que pasan los niños en clase. la educación es un proceso contínuo que empieza cuando nacemos y que acaba cuando morimos y que está íntimamente relacionado con el sistema, con el posicionamiento ante él y con la actitud que se toma respecto a la vida.

didáctica, como se utiliza en el arte, es un término peyorativo, pues implica una cierta simplificación de los conceptos para acercarlos a un público más amplio. no obstante, al aceptar esa acepción, aceptamos la base del problema: el sistema paternalista de imposición de conocimientos. es decir, creemos que la didáctica es mala porque no deja expresarse al artista, pero lo vemos como una proposición inalterable si pensamos en educación; el arte no debe ser educativo si con ello debe perder conplejidad conceptual.

pero ahí está el quid de la cuestión, en creer que el arte puede no ser educativo. craso error. el arte, como la televisión, como el día a día, siempre es educativo, a priori, puesto que muestra una forma de situarse ante una sociedad, muestra una tendencia política, sea de posicionamiento o de no posicionamiento (que evidentemente, es posicionarse exactamente igual). el hecho de mostrar una voluntad de interpretación propia, una forma de cuestionamiento, confronta con la posibilidad de capacidad crítica, presenta una opción. al igual que ciertos recursos mediáticos educan para la obediencia, el arte educa para la opinión, independientemente de si es su objetivo o no. por ello, el arte, al igual que la mayoría de los elementos de nuestra vida, comporta, por su mera existencia como posicionamiento crítico, un fundamento de educación.

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